[RP]Boda de Guem y Leril

Habíamos llegado al señorío. Se me hizo raro que nada más llegar, tuviese la oportunidad de que los pocos sirvientes que ahí quedaban, siguieran las ordenes que se les daba. Estas habían sido claras: comenzar a hacer limpieza, e ir preparando la boda...

Me fue imposible no darme cuenta como una tal Eustaquia, no me quitaba el ojo de encima... Era una mirada de desaprobación, seguramente por que una desconocida era la que estaba dando ordenes.. No tardo en desaparecer de mi vista. ¿A donde iría? Seguramente a pedirle explicaciones a Guem. "Ojala no me toque estar ni un momento a solas con ella..." pensé, antes de ir a revisar como llevaban la limpieza en la capilla.

Corramos... venga, todos a sus puestos, vamos pequeños... Klaudita...Carlos_Vicente... Ecequiel dame la mano y entremos a la iglesia... no nos pase que nos quedemos sin sitio y luego estén los niños todo el rato con que los cojamos aupa porque no ven bien... -dirigiendose en voz muy baja ahora a sus hijos Mejor así... ahora que ya está papá cogeremos mejor sitio ¿vale? Portaros bien que el cura ese... Carolum no se yo si no os excomulgará si no os estáis quietos. -los pequeños pusieron caras de no saber que les estaba diciendo su madre, pero por el gesto entendieron que la cosa iba en serio.

Se adentraron en el maravillos templo... las campanas seguían sonando a boda y una multitud de curiosos comenzó a rodear a los invitados. Las vidrieras dejaban filtrar unas luces multicolores que llamaron poderosamente la atención de los infantes que se pusieron a corretear sin el menor decoro con los consiguientes grititos de asombro ¡¡¡Ohhhhh!!!! ¡¡¡Qué bonito!!! ¡¡¡Mira mira...!!! ¡¡¡Shussssssssssssssssssss!!!
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[img]no se arreglarlo pos tendré que quitarlo [/img]

entra a la iglesia, y se acerca a guemau diciendole:

Guemau llego a aquel lugar....llevaba un dolor en su pecho, se sentía un poco mal de salud, sin embargo una enorme sonrisa se dibujaba sobre su rostro..

El rubio caminaba unos pasos detras de Guem y de Yunna por si sucedia algo, mantenia una sonrisa en el rostro a pesar que en su interior estaba lleno de preocupacion por su hijo, saludos con la cabeza a los conocidos que eran muchisimos en aquel evento

El Nuncio Papal luego de haber llegado alrededor de una hora atrás decidó acercarse a la Capilla. La reconoció por el fuerte repicar de sus campanas, al ponerse frente a la misma se quedo perplejo, era una Capilla hermosa, conservada por cierto. Al entrar a la Capilla se sentó en una de las filas donde estaban las amistades del novio, aunque el Nuncio no era amigo del novio si lo era del padre. Esperaba que comenzara rápido la ceremonia...

Por fin había llegado el momento. ¿Quien podría habérselo imaginado? Allí estaba, a mis diecisiete años, realizando la única locura que toda persona enamorada, y sin excepción, realizaba, y al mismo tiempo la locura más bella de toda vida, y todo sueño.

Cada paso se me hacía eterno, mas no llegaba el momento en que quisiese ir hasta su encuentro, y abrazarlo. Escuchar su voz en mi oído, diciéndome cuanto me quiero, y pelear durante largo para que dejara de apartarle la cara, y robarme así un beso.

Mire a mi alrededor, a todos los invitados. Unos mirarían mi vestido, otros mi peinado, otros el ramo, otros el bastón del padrino o su andar, y muchos se preguntarían que estaría pensando, si estaría nerviosa, si... tantas cosas a la vez en un mismo lugar, cuyo tamaño no era tan grande, como lo era el amor que sentíamos Guem y yo.

De no haber estado sujeta del brazo del viejo de Zebaz, seguramente hubiese salido corriendo a abrazar al novio, y decirle que nos escapáramos de ahí, que ya habría otro día para casarnos, en un barco, o en la misma Roma. Sin embargo más de algún invitado nos perseguiría hasta matarnos por hacerles gastarse tanto dinero para asistir a la boda del gobernador. Además que no quería yo más otra cosa desde hacía tiempo que pasar a ser su esposa...

Por fin llegue al altar. Note a Guem un tanto extraño, y quise tomarle la mano, para de así de alguna manera lograr tranquilizarme. Pero, si de por si estar a su lado me encontraba nerviosa, ¿que iba a pasar si llegaba a tocarlo? "¡Que duro es ser la novia en una boda!" pensé, mirando a Guem "pero, a la vez, es la más bella sensación que jamás se tiene, y que no habrá segunda vez como esa..."

Finalmente, quede mirando de frente, a Carolum, esperando que este iniciara la boda.

Ambos novios estaban ya junto al altar, miradas furtivas y comentarios en voz baja demostraban el nerviosismo de ese momento tan especial; Carolum, vestido con una sencilla mitra y alba blancas, sonreía desde lo alto del altar a los dos novios. Alzando los brazos, llamando la atención de los invitados, comenzó la ceremonia de matrimonio:

- Bienvenidos, hijos míos. ¡Qué Dios les bendiga a todos!.-

- Estamos reunidos aquí para celebrar el matrimonio de Doña Leril y de Don Guemau. Su amor es tan fuerte que desearon que Dios lo bendiga. Desde su bautismo Doña Leril y Don Guemau son miembros de la comunidad Aristotélica. Así, por una vida virtuosa, pueden esperar acceder al Paraíso, que se encuentra en el Sol. Seguirán desde ahora las enseñanzas de nuestro profeta Aristotéles y de Cristos, nuestro mesías. Y pueden ahora acceder a la próxima etapa laica de la fe Aristotélica: el sacramento del matrimonio.

Uno de los jóvenes monaguillos dió a Carolum un bello ejemplar del Libro de las Virtudes

- Cristos, que sea bendecido, nos enseñó esto:-



- Así, tal Natchiachia y Yhonny, deberéis quereros de un amor tan puro y virtuoso que glorificará a Dios.-

- Tú, Doña Leril de, ¿estás dispuesta a vivir así? "

Volvió a preguntar a la radiante novia...

-El matrimonio, como nos lo enseñó Cristos, nuestro mesías, es un empeño a vida.-

-¿Estás dispuesta a estar atada al señor Guemau por el sacramento del matrimonio hasta que seáis tomados por Dios?-

Ahora, Carolum se volvió hacia el novio, y tras una corta sonrisa, le preguntó:

- ¿Y tú, Don Guemau, estás dispuesto a vivir queriendo a Doña Leril de un amor tan puro y virtuoso que glorificará a Dios?.-

Guemau vió la sonrisa corta de Caro, pero era imposible tenia que sacar la lista que su padre Siralfred le había otorgado de lo que una mujer tenía que tener y lo que debía de evitar, seguramente su padre las había anotado por algún motivo o bueno.....quizas de su pura imaginación....o quizas, cuando tenia 19 y se enamoro por primera vez o quizas...una hormiga se lo conto.

Entonces entre la pregunta y la respuesta Guemu Leyo en su mente:



Guemau pensó en que tenia que confesarle algo a Leril....pero no supo en que momento dijo:

Si, lo estoy....

Queria besarla, pero quizas Caro tenia algo más ke decir, por lo ke decidió esperar....

Guemau dijo en un tono muy....

Con gusto!!!!! [cjz]

Luego vió que su emoción había sido demasiado alta y corrigió:

ejem ejem mmmm si si lo estoy.....

Guemau sientiò derrepente un mal olor....se diò la vuelta a como pudo....
Pensó:

Hayyy nooo, era Deliriumts de nuevo flojo!!!!

Y aguanto Guemu la respiración a como pudo....

Tras la afirmativa de ambos testigos, Carolum se volvió hacia la muchedumbre reunida en la pequeña capilla familiar. Entonces alzando la voz dijo:

- ¡Si hay aquí alguien que se oponga a este matrimonio, qué hable ahora o se calle para siempre! -

Mire a Guem, y sonreí tímidamente. La verdad es que en esos momentos no recordaba quien llevaba los anillos, por lo que no sabía de quien debía esperar que me lo diera, pero por suerte fuera quien fuese quien llevaba los anillos se encontraba atento para que llegado el momento estar preparado, y así apareció la alianza en mi mano.

Respire hondo para tranquilizarme, y esperando que no le quedara pequeño, comencé a ponerle a Guem lentamente la alianza. "Espero no tener que haber dicho nada..." comencé a pensar "por que, ¿que diría? ¿Repetir lo mucho que le quiero y que....?"