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[RP] Capilla de Santo Domingo.

Esmeralda_1


Todo se veía ordenado y su hermana mayor la guiaba directo a la capilla, los pies de la pequeña esmeralda apenas se veían tocando el suelo de lo raudas que ambas niñas corrían.

Apenas llegaron al interior de la capilla, el silencio se hizo y de la mano de su hermana, la niña observo todo a su alrededor, pudo ver carruajes estacionados y muchas personas que no conocía del todo a las que ofreció una desdentada sonrisa.

Se llevo el dedo pulgar a la boca, pues no sabía muy bien el porqué debía estar de pie al lado de una señora muy bonita que le sonreía y a su otro lado, su papi, tiro de su pantalón y le hizo morisquetas con la manito para saludarlo, a su oído su hermana intentaba convencerla de huir de aquel lugar, amenazándola con que aquel señor de los santos no sabía muy bien que mas, que hablaba desde el altar, la bañaría con vestido y todo, destrozando su corona de flores que tan hermosa había quedado.

Casi convencida, miro hacia su madre y esta le sonrió, la pequeña esmeralda movió sus piernecitas y giro su cuerpo logrando que su vestido se moviera de un lado a otro, miro a su hermana que la tenia bien cogida de la mano y rio despacio, la risa se vio interrumpida por el vozarrón de su papá.
Oveja! – dijo bajito la pequeña y su hermana le hizo callar con el dedo puesto en su boca, los ojos de Esmeralda se abrieron de par en par y repitió más bajito.
Me van a regalar una oveja!

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Nicolino


El Borja vio una sombra tras uno de los pilares de la capilla. Por alguna razón, se sentía intranquilo, y sentía notoria desconfianza respecto al padrino, así como algo de recelo tras la guerra. Sin embargo, no desenfundaría en una iglesia, ni interrumpiría por ello la ceremonia. Toda disputa quedaba por su parte olvidada.

Volvió la mirada hacia la bautizanda, y empezó a leer del Libro de las Virtudes:


Citation:
“La amistad es la cosa más necesaria para vivir. Porque sin amigos, nadie escogería vivir, aún teniendo todos los otros bienes. Y en la pobreza así como en la desgracia, los hombres piensan que los amigos son el único refugio. La amistad también es un auxilio para los jóvenes porque les guarda del error; para los viejos, les asegura los cuidados y la ayuda que su falta de actividad y flaqueza traen consigo; y para aquellos que están en su edad culminante, les incentiva a profesar acciones nobles, porque se hace más capaz para pensar y actuar.”


-¡Qué la palabra de Aristóteles te guíe y la revelación te ilumine! -exclamó.


--Aceituna


Sólo una cosa podría sacarla de sus ensoñaciones en el bolsillo de su amita Irisbel, y esa cosa era ¡comida!.... un rico olor a cacachuetes y nueces se movía en el ambiente... su fino olfato lo detectó, y en menos de lo que tarda un humano en decir amén, ya había saltado del bolsillo de Irisbel...

¿pero, dónde estaba, aquello no era vergel? piernas por todos lados... salir de allí, nadie la había vistó aún, bajo esta gran mesa... echó a correr con sus patitas bajo el altar.... en dirección a dónde provenía aquel maravilloso olor... a comida... pasó desapercibida entre las sombras de la capilla....

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Irisbel


Irisbel trataba de concentrarse en la ceremonia para saber exactamente que se tenía que afrontar y estaba pendiente de su hermanita por si en algún momento se arrepentía y podían salir corriendo de allí.
Esme parecía inquieta y no paraba de moverse hasta que la silencié con un pequeño gesto pero en cuanto mencionaron una oveja casi daba saltitos de contenta pensando que le darían una.
No, Esme, la oveja eres tú y prepárate porque aquí en Valencia duran poco – le susurré muy seria.

No hacía mucho que el oficiante de la ceremonia nos había mirado para acallar nuestros murmullos, cuando Aceituna empezó a revolverse inquieta en mi bolsillo. Le di unos suaves golpecitos para calmarla pero, en lugar de tranquilizarse, la ardilla se escapó saliendo veloz del bolsillo que la protegía y escondía.

Hubiera querido salir corriendo detrás de ella, pero estaba frente al altar junto a mi hermana y sus padrinos, el oficiante al que no debía de despertar muchas simpatías por no ser ya una linda ovejita aristotélica, mi madre y todos los invitados que habían venido al bautizo. Mi madre se enfadaría muchísimo si la liaba ahora.
Apreté la mano de Esmeralda y giré la cabeza tratando de averiguar a donde había ido mi mascota. Al principio, me pareció ver una sombra que corría entre los pies del oficiante pero fue algo tan breve que no podía estar segura.
Aceituna, eres más tremenda que yo! – exclamé para mis adentros – si mi madre se da cuenta de que andas suelta por la capilla me va a matar.

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Franciska


Le había costado la vida a Gulf convencer a la mujer que le acompañase a aquel bautizo, pero luego de varias miradas y sonrisas lo había logrado, y ahí iba, a su lado en el coche camino a Bétera.
La mirada de Franciska iba perdida por los vergeles, pastizales y caminos que recorría el carruaje.

Frente a ella, Gulf la observaba y ella a cada mirada sentía arrebolar sus mejillas, aquel hombre parecía desnudarla con solo mirarla.

Cuidado con el celebrante – le dijo en un momento determinado, Franciska presto atención a sus palabras mirándole a los ojos – Ese maldito ya me robó una mujer, pero le carga la criatura Sin Nombre, de eso estoy seguro… - la mujer suspiro - así que ahí radicaba el problema - pensó -si el ya tiene lo que os robo, no se fijara en una rubia desabrida - le dijo mientras volvía a poner atención al camino.

De pronto los gritos de detención de Gulf la asustaron y afirmándose de la ventana le miro, apenas se detuvo el carruaje este salió hacia el camino y Franciska le siguió sin saber muy bien a qué se debía aquel repentino cambio de humor.
Que sucede Gulf, acaso no iras a…- las palabras de la mujer quedaron estancadas cuando le vio recoger una de las ovejas y traerla de regreso al carruaje.
No notarán que les falta un corderito… ¿no crees, Francis? Seguro que hay lobos por aquí... – dijo sin girarse para evitar ver una mala cara – Este parece bien tierno…

Franciska se llevo las manos primero a la boca y luego a la frente – te has vuelto completamente loco!? Como piensas rob…- la cara de perplejidad de la mujer paso a la ira, mientras Gulf pasaba por su lado oveja en mano.
¿No es una preciosidad? …y tal vez podamos pasarnos por su bodega… - comentó - ¿Qué… ¿Qué pasa, Francis?

El rostro desfigurado de la mujer llamo la atención de Gulf quien le sonrió como quien hace una travesura menor.
Eres un pirata sin remedio Gulf de Ostemberg! – quiso abofetearle allí mismo, pero los animales tendrían la venganza preparada, a las espaldas de Gulf un enfurruñado animal se acercaba.

Gulf se giro para mirar lo que los ojos de la rubia veían y mientras esta agarraba sus faldas para entrar al carruaje, Gulf gritaba con oveja en brazos directo a ella.

Debo estar loca para estar en un carruaje con una oveja y vos adentro. Si logramos salir de vivos de esta, juro que yo misma os matare.

Gulf y su oveja siguieron el camino en silencio, mientras que Franciska intentaba calmar su rabia antes de llegar hasta aquella capilla de la Condesa.

No conocía a nadie, por ende ya tenía suficiente con su sistema nervioso para parecerle bien a aquellos que eran los amigos del pelirrojo, tampoco sabía bien cómo reaccionarían con una plebeya en aquel lugar, ni podía imaginarse que opinarían de la amistad que Gulf mantenía con ella. En resumidas cuentas tenia los nervios de punta solo de pensar como sería recibida, y Gulf aumentaba su nerviosismo llegando con una oveja robada a la misma anfitriona.

Descendió del carruaje, sin siquiera dirigir la mirada a Gulf quien quiso ayudarla a bajar, pero esta se negó, apoyando sus manos en la puertezuela y bajando por sus medios, hizo ingreso a la capilla donde la ceremonia ya comenzaba y tomo asiento en los últimos asientos, donde no molestaría.

Aquello era algo que desde hacía semanas también venia deseando, Gulf, la había convencido que debía bautizarse y estaba casi convencida, si no fuera por las mil preguntas que el sacerdote le había enviado como cuestionario. Algún día terminaría con él y podría bautizarse, así puso bastante atención a la ceremonia respondiendo e imitando a los fieles que allí había congregados.

Dios misericordioso
Aristóteles misericordioso
Christos misericordioso


Le oyó recitar a Gulf, no era primera vez que decía aquellas palabras y parecía usarlas cada vez que quería arrepentirse de algo. Cogió la mano de la mujer y esta sintió que toda la rabia contenida se disipaba, que fácil era para él relajarla y hacerla sentir segura.

Al cabo de un momento de oración, repitió las palabras que se oían mas adelante.
Amen - dijo en un susurro

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Muchas Gracias mi niña Ary...
La parte dificil es dejar ir tus sueños... la facil es soñar otra vez
Ederne_bp


Shhhttt - le dije a ambas niñas que cuchicheaban delante mio, ambas me miraron, aunque la preciosa Irisbel puso atencion a algo que correteaba bajo el altar, no pude evitar sonreir, recordando mi propia niñez.

-¡Qué la palabra de Aristóteles te guíe y la revelación te ilumine! - dijo al fin Nicolas y mi respuesta fue instantanea.

Amen

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Irisbel


El silencio se estaba prolongando demasiado tiempo o quizás me lo pareciera a mi que llevaba rato buscando a Aceituna y no conseguía encontrarla.

Esmeralda parecía no darse cuenta de que tenía que decir o hacer alguna cosa pero el oficiante nos miraba esperando que algo que yo desconocía pues nunca había prestado demasiada atención al catecismo ni había consentido en pasar por este ritual.

Miré con cara interrogante a los padrinos en demanda de auxilio y, cuando la madrina contestó al oficiante, se resolvió el enigma.

Esme, cariño - le susurré a mi hermana- tienes que decir lo mismo que tu madrina.
Mi hermana parecía nerviosa y no contestaba. Quizá porque no había entendido a la madrina o porque no me entendía a mi.
Esme, di Amén -le susurré terminando la última palabra en voz alta para que me entendiera percfectamente y le apreté la mano para darle ánimos.

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Esmeralda_1


La niña estaba pendiente de mil cosas a la vez, y movía su vestido con indulgente necesidad de un lado a otro, pendiente en el altar y aquella ardilla de su hermana que se movía de un lado a otro, así como de la mano de su madrina apretando levemente su hombro para mantener la atención.

Irisbel, se notaba ansiosa, quizás más que la propia niña, en que acabase aquella ceremonia y la apremiaba a responder al Oficiante

Se paso la mano por el pelo cuando su hermana señalo que las ovejas duraban poco en Valencia y se imagino esquilada del todo. El cuerpo le tembló a la niña y trago saliva abriendo mucho los ojos

Esme, di Amen - dijo su hermana apremiándola

Amén! Amén! - dijo la niña dando un pequeño saltito con cada palabra, luego sonrió a su madrina y a su hermana y sonrió de nuevo

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Arya.


Había esperado a que todos los invitados estuvieran sentados, para ella adentrarse en la parte mas oscura y solitaria de la capilla. Desde aquél rincón había observado como la niña de pelos dorados se había comportado a la altura de las circunstancias, había observado cada rostro para ver si le resultaban familiares, y si, en algunos segundos parecía asaltarle algún que otro recuerdo.
Su tutora le había aconsejado asistir a la ceremonia por varios motivos, el primero que estaría entre conocidos aunque ella no los recordara bien, la segunda, que ella también sería bautizada y así podría tener una ligera idea de como se desarrollaba todo aquél asunto de abrazar la fe a lo que aún no llegaba a acostumbrarse.

- Amen

Susurró a la par de todos los demás, esperando no ser escuchada y seguir pasando desapercibida. En aquellos momentos era en los que sentía que aún no estaba preparada para regresar al mundo.

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Nicolino


El Borja, tras haber oído los amén entre otros susurros, continuó diciendo:

-¿Reconoces a Dios como el motor del mundo, el pensamiento supremo y la causa eficiente y final del mundo?
Irisbel


Trataba de seguir la ceremonia, pero el mero pensamiento de que Aceituna pudiera llegar a organizar un embrollo semejante al que ya protagonizó en la catedral de Valencia, tiempo atrás, me ponía la piel de gallina e impedía que me concentrara plenamente la ceremonia.

Las monjas decían que había que ir a la capilla a poner en paz el alma, pero esta ardilla mía estaba enervando la mía.

Mi hermana esperaba con paciencia a que yo , ignorante en la materia, le chivara las respuestas de la ceremonia pero me estaba costando mucho esfuerzo concentrarme en ambas tareas a la vez.

Un insistente tironeo en la mano que daba a mi hermana me devolvió parcialmente a la realidad con el tiempo justo de escuchar al oficiante:
Nicolino a écrit:
...conoces a Dios como el motor del mundo, el pensamiento supremo y la causa eficiente y final del mundo?


Mi hermana me miraba esperando una respuesta, el oficiante decía cosas que no entendía pero dudaba mucho que la respuesta tuviera que ser negativa.

Miré dubitativa a mi hermana pequeña antes de ingeniar una respuesta que pudiera parecer coherente.
Esme, repite conmigo - susurré las primeras palabras para que solo ella o alguien que estuviera muy cerca me oyera - Sí, conozco.

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Esmeralda_1


La pequeña apenas entendía que sucedía, miraba a todos lados y todo llamaba su atención, jugaba con sus diminutas manos y se las pasaba por la nariz y los ojos a cada momento, Irisbel estaba a su lado pendiente de cada frase que debía decir o hacer, el padre de la niña la observaba en silencio, apenas sonriendo, rígido a su lado.

La madre de Esmeralda mantenía la vista en la pequeña traviesa y en su hija mayor, asentía y movía los labios dándole pequeñas indicaciones.

Nooo – movía sus labios para cuando la niña llevaba su dedo a la nariz y Siiiii - movía sus labios cuando la niña sonreía y respondía correctamente.

Esme, repite conmigo
- dijo al fin Irisbel y la pequeña la miro desconcertada sin saber que debía decir.

¿Te Bautizaras conmigo, Irisbel? - le pregunto la niña con sus ojos bien abiertos y la emoción en el rostro - ¿te bañaras conmigo en la pileta que hay en el altar? - siguió preguntándole en voz bajita, tan emocionada que casi daba brincos de felicidad.

Si, conozco - dijo en su oído Irisbel, pero la niña estaba muy emocionada y de un brinco respondió
SIIIIIII, yo también lo conozco!

Todos la miraron y su hermana apretó la mano de la niña y le hizo una seña para que no respondiera tan efusivamente.

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Nicolino


En la voz de un niño, más aún con la distorsión gutural que daba una iglesia a la voz de cualquiera, un "sí conozco" y un "sí reconozco", podían sonar casi idénticamente igual. Mas si en la mente de los presentes ya estaba bien clara y afianzada la respuesta, y la pronunciaban para sus adentros antes de que los que debían hablar lo hicieran. Por eso el Borja no notó aquel detalle, que a fin de cuentas era lo mismo, dado que ambas palabras tenían casi el mismo significado en la práctica.

De esa forma, continuó diciendo, con solemnidad:


-¿Reconoces a la Santa Iglesia Aristotélica como tu guía en el conocimiento de Dios, y juras permanecerle fiel así como a su pontífice, el Papa, y reconoces a la Iglesia Aristotélica cómo única representante del Ser Divino en la Tierra?
Irisbel


Esmeralda parecía creer que yo me estaba bautizando con ella pero no la saqué de su error para que no se alborotara más de lo que ya estaba.
Bastante me estaba costando ayudarla en algo que yo no quería hacer y buscar a mi más que revoltosa ardilla a la que vi pasar como un rayo detrás de una columna para volver a desaparecer.
Bicho revoltoso! Qué voy ha hacer contigo? - exclamé para mis adentros -siempre me metes en estos beregenales!

Miré hacía el oficiante que decía alguna otra cosa y esperaba a que mi hermana volviera a contestar y ésta me miraba expectante, a mi que no había escuchado que decía el buen hombre y sentí el enfado rebullir en mi porque la búsqueda de Aceituna me impedía ayudar debidamente a mi pobre hermana.
Pinchitos, eso haré- pensé las primeras palabras y acabé pronunciando en voz alta - sí, eso haré

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Esmeralda_1


El oficiante continuaba ajeno a las respuestas de la niña y su hermana, profirió nuevas palabras a las que Esme estuvo a punto de responder como en la pregunta anterior, pero su hermana era quien guiaba lo que debía decir y la escucho decir- sí, eso haré - la niña dio un saltito y termino de cuclillas con el vestido arrebolado a su alrededor.

SIII, eso haré
- dijo la niña repitiendo lo que su hermana había dicho y miro al oficiante con su boca desdentada.

Irisbel parecía haber quedado sin habla, mirando al altar y un gran silencio se hizo en aquella capilla.

La pequeña miro a sus padrinos y a su madre, algo no andaba bien o eso le parecía a ella, se llevo el pulgar a la boca y siguió mirando a todos

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